Roberto Domenech indicó que se trata de un virus de alta patogenicidad y que el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) trabaja con mucha vehemencia para profundizar los cuidados de bioseguridad y poder operar de la mejor manera.

“El Senasa realizó una gran campaña sobre el tema y tomó una decisión acertadísima en solicitar que todo lo técnico y lo vinculado a la enfermedad lo comunique el organismo”, señaló y agregó: “Se ha manejado muy bien la comunicación y la gente tiene conciencia de que no hay ningún riesgo en el consumo de pollos”.

El directivo explicó que, mientras que el Senasa trata el tema de campo para poder trabajar ordenadamente, también aparecen problemas de exportación. “Hubo que suspenderse, porque esta es una enfermedad de declaración obligatoria, la declaras y te autosuspendes”, sostuvo.

Esta autosuspensión está vinculada al riesgo de difundir trazas del virus a países que producen pollos y huevos. De esta manera, se evita la diseminación de la gripe.
Además, informó que se cambiaron todos los certificados ya que los anteriores decían que los productos o las aves dentro del contenedor provenían de un país libre de influenza aviar.

“Como nosotros ya no somos más libres de influenza aviar tenemos que poner que las aves vinculadas al contenido de este contenedor provienen de una granja que, en los últimos 30 días o 60 días, no ha tenido en un radio de 10 o de 15 km ningún caso positivo”, resaltó.

Estas modificaciones en los certificados son un primer paso, ya que el país importador debe aprobar las nuevas condiciones y, para eso, solicitará un plan de trabajo y vigilancia que conduzca al control y erradicación de la enfermedad. “Allí comienzan las verdaderas negociaciones”, enfatizó.

Todos estos factores demandan una nueva organización por parte de las empresas debido a que perdieron mucha mercadería en stock hasta que se libere este contexto.

En cuanto a la existencia de una vacuna contra la enfermedad, Domenech dijo que “no hay un solo caso exitoso” pero que “se está trabajando en todo el mundo”. Puntualizó: “Sin dudas debería ser una salida a futuro, pero es un virus que muta con muchísima facilidad y por el momento atempera la violencia de la mortandad, pero no la erradica”.

Para los países que han intentado vacunar se cierra completamente la exportación, porque después no hay cómo definir si lo que aparece cuando se hacen los testeos es virus de vacuna o virus real.

El titular de CEPA aseguró que la situación “se va a acomodar” porque esos son los ciclos que se han dado en todos los países. “Estamos todavía en el desarrollo del problema y de ahí la exigencia de parte del Senasa de decir ‘el protocolo si es necesario se cambia a cada hora’, nosotros entendemos, es muy difícil, pero sin ninguna duda es la autoridad”, concluyó.